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jueves, 25 de noviembre de 2010

LA DOCTRINA DE CAFH – CARACTERISTICAS

La doctrina de Cafh es universal, incluyente. Se abstiene de señalar quién está en lo cierto y
quién en el error. Al contrario, pone de manifiesto la unidad fundamental de todos los caminos
que impulsan el desenvolvimiento de los seres humanos.
La doctrina de Cafh es simple:
• La libertad tiene dos aspectos, uno interior y otro exterior.
• La libertad interior depende del grado de sabiduría y de auto-dominio del individuo.
Nadie tiene derecho a limitar la libertad interior de otro ser humano. Quien desenvuelve
libertad interior trabaja para la paz y la felicidad en el mundo.
• La libertad exterior se ejerce dentro de los límites marcados por la responsabilidad
social y el sentido de participación. En la medida en que nos desenvolvemos, nuestra
conducta se hace cada vez menos arbitraria y mejor responde a la necesidad de
desenvolvimiento de nosotros mismos y de todos los seres humanos. De allí la
necesidad de que cada uno de nosotros llegue a ser dueño de sus pensamientos,
sentimientos y acciones. Este dominio es la base del conocimiento propio y de la
libertad que podemos ejercer. Cafh nos insta a respetar el concepto de que nuestra
libertad termina donde comienza la libertad del prójimo.
• La verdad no es propiedad ni de un individuo ni de una institución. La verdad la
descubrimos en nuestro interior y en nuestra experiencia, en la medida en que
avanzamos en nuestro desenvolvimiento espiritual.
• Las aseveraciones que no son evidentes por sí mismas o que no son corroboradas por la
experiencia son sólo posibilidades. Es interesante y a veces estimulante cotejar las
diversas teorías sobre la vida y el mundo. Pero, en definitiva, cada uno ha de comprobar
la veracidad de sus interpretaciones a través de su propia experiencia.
• Para desenvolvernos espiritualmente, más que profesar una creencia determinada, es
necesario contar con una visión del mundo y de la vida que pueda servir de base
conceptual al trabajo concreto sobre nuestra conducta.
Cafh nos ofrece una visión del mundo basada en el conocimiento universal, centrada en el
sentido común y la participación efectiva en el desenvolvimiento humano, en la cual podemos
apoyar nuestro trabajo espiritual. De esa manera nos pone frente al desafío de responder por
nosotros mismos a las preguntas fundamentales a través de un trabajo consciente para
conocernos, descubrir nuestras posibilidades y realizar las que promuevan la expansión de
nuestra conciencia y beneficien a la humanidad.
Cafh afirma que las doctrinas son interpretaciones de la realidad y que, por lo tanto, ningún
grupo humano puede sostener que tiene la doctrina verdadera y final.
Cafh considera que querer imponer una creencia o una manera de pensar es una forma clara de
manipulación. Cafh ve a la sociedad como una comunidad de seres humanos individuales.
Expresa su respeto por la sociedad en su respeto por cada ser humano. Por lo mismo, si bien
Cafh ofrece una concepción del mundo y de la vida y la expone, no la impone a quien piense
diferentemente, ni a los miembros de Cafh, ni a otros.
Cafh propone un pensamiento universal, libre de sectarismos y antagonismos, actualizado a
través del desenvolvimiento del individuo.
Cafh colabora en el surgimiento de una religión universal que armonice las ideas
fundamentales de las diversas creencias de manera que coincidan con la Idea Madre y dé cabida
a todas las formas en que los individuos se relacionen con lo divino.
Cafh exhorta a cada individuo a reconocer y a cumplir la responsabilidad que le corresponde.
De esa manera propicia el desenvolvimiento personal y el adelanto de la humanidad.
La paz y la felicidad no vienen de afuera –gobiernos, instituciones, ideologías, creencias– sino
provienen del ser mismo, de su disposición para comprenderse y de su voluntad de amar y
desenvolverse. En la medida en que el ser avanza en su desenvolvimiento, en esa medida
alcanza paz en sí mismo y genera paz en el mundo.
Cuando cada uno tenga paz en su corazón, habrá paz y felicidad en el mundo.
La Doctrina de Cafh se expresa a través de su Enseñanza.

POSTULADOS Y PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE CAFH





Postulados
Cafh tiene los siguientes postulados:
El principio fundamental del universo –Dios– trasciende nuestra comprensión actual.
Por tener conciencia –percepción inteligente de nosotros mismos y de nuestro campo de acción - y voluntad –capacidad de proponernos objetivos y de realizarlos– los seres humanos tenemos innumerables posibilidades respecto de nuestro desenvolvimiento.
Los miembros de Cafh sostenemos que desenvolvernos espiritualmente es nuestra tarea
fundamental y que, a través de nuestro desenvolvimiento espiritual, podemos llegar a
conocernos a nosotros mismos y comprender nuestra relación con la vida, el mundo y lo divino.
Los miembros de Cafh sostenemos que aplicar fructíferamente lo que aprendemos es nuestra forma de participar con la sociedad y, así, lograr paz y felicidad para nosotros y generar paz y adelanto para la humanidad.
Comentarios
Cafh nos ofrece un camino de desenvolvimiento apto para todos, para que podamos realizar nuestras posibilidades según nuestra voluntad y nuestras características.
Llamamos tener vocación espiritual a aplicar nuestra voluntad a desenvolvernos
espiritualmente.
Como recalcamos la responsabilidad y la capacidad individual de aprender, no nos adherimos a dogmatismos irreductibles ni nos sometemos a personalidades carismáticas o de otra índole.
Cuidamos no confundir la jerarquía de funciones con la superioridad de unas personas sobre otras. Por esto, los miembros de Cafh no nos catalogamos como Maestros y discípulos. La búsqueda de lo divino es individual; quienes emprendemos esa búsqueda somos compañeros de camino.

Principios fundamentales
Los seres humanos tenemos derecho a ejercer la libertad de pensar, sentir y decidir sobre nuestra vida sin interferencia de otros.
El ejercicio de la libertad es básico para el desenvolvimiento humano y nos da innumerables posibilidades; entre ellas, la de asumir compromisos con nosotros mismos, con los demás y con Dios. Una vez que asumimos compromisos, el ejercicio de la libertad consiste en cumplirlos con fidelidad.
El derecho a la libertad implica responsabilidad en el ejercicio de esa libertad. El desarrollo de la responsabilidad hace que el ejercicio de la libertad dé frutos de paz y felicidad.
Comentarios
La enseñanza de Cafh tiene como objetivo ayudarnos a expandir nuestra conciencia con una visión actualizada de la vida y del mundo. La expansión de la conciencia desarrolla, entre otros valores, el sentido de responsabilidad.
La Renuncia es la base de la enseñanza de Cafh y la enseña a través de la Ascética de la
Renuncia y la Mística del Corazón.
La aceptación de la limitación de nuestro entendimiento y la voluntad de desarrollar la
comprensión de nosotros mismos, de la vida y del mundo, son las bases firmes de nuestro camino de desenvolvimiento.
Con estos postulados y principios fundamentales Cafh promueve nuestro desenvolvimiento espiritual.
Cafh se brinda sin discriminación a todos los seres humanos para estimular su
desenvolvimiento. Sus enseñanzas se expresan a través de las instituciones patrocinadas por Cafh y, particularmente, por la manera en que sus miembros las aplican en sus vidas.
Cafh no tiene las respuestas últimas ni tampoco la solución a los problemas del mundo, pero provee medios para desenvolver una humanidad más armónica y contribuir al advenimiento de una religión universal en la que se armonicen los principios fundamentales de las diferentes creencias actuales.