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ECONOMIA PROVIDENCIAL




Importancia del concepto economía providencial en la enseñanza de Cafh

La economía providencial es central a la enseñanza de Cafh porque es el campo que los seres humanos tenemos para aplicar nuestro libre albedrío en la consecución de la Idea Madre sobre la Tierra. Desde este punto de vista amplio, economía providencial es la concreción, en la vida diaria, del sentido de participación.
Cafh presenta un esquema para interpretar la vida sobre la Tierra, tal cual la observamos.
Cafh sostiene que el universo se rige por un Plan de Evolución Universal y que:
El Plan de Evolución Universal expresa la finalidad de la manifestación, y la vida sigue
un trayecto progresivo hacia esa finalidad
Este Plan se cumple por etapas a través de la Idea Madre, actualizada para cada etapa
La Idea Madre se lleva a cabo a través de la Gran Obra, el conjunto de obras materiales,
intelectuales y espirituales que los seres humanos efectuamos para realizar nuestro
destino, de acuerdo con el Plan de Evolución Universal
La Gran Corriente es la fuerza de los Maestros que proyectan la Idea Madre sobre la humanidad en conjunción con la fuerza de la intención, los pensamientos y sentimientos que generamos para realizar nuestros propósitos
La Gran Corriente adquiere un poder mucho mayor cuando estos propósitos nuestros armonizan con la Idea Madre, y Cafh llama Poder de la Gran Corriente a esta fuerza que acelera nuestro desenvolvimiento
Esta fuerza nos impulsa a cumplir con plenitud nuestro destino, de acuerdo con la Idea Madre que rige en esta etapa del Plan de Evolución Universal
El Plan de Evolución Universal se lleva a cabo gracias al proceso de cambio que
llamamos Devenir. Es obvio que para que haya evolución ha de haber cambio.
Este cambio, tal cual se expresa en la vida humana, se rige por tres leyes, la de
Predestinación Consecutiva, la Ley Arbitral de Posibilidades y la Llamarada.
De estas tres leyes, la que nos ocupa ahora en relación con la economía providencial es la Ley Arbitral de Posibilidades.
Si bien estamos sujetos a la Ley de Predestinación Consecutiva, podemos elegir cómo responder ante las situaciones que se nos presentan y, de esta manera, acelerar o retardar nuestro desenvolvimiento y el adelanto humano. Esto significa que, en el contexto de la Idea Madre, está a nuestro arbitrio la forma en que respondemos a los efectos de la Ley de Predestinación Consecutiva y la celeridad con que realizamos el fin último, no sólo de nuestro destino, sino también el de la humanidad en su conjunto.
La Ley Arbitral de Posibilidades nos da la oportunidad de corregir la dirección que toma nuestra vida, para bien o para mal. Si nuestras acciones nos orientan hacia la realización de la Idea Madre, generamos adelanto y plenitud; de lo contrario, causamos sufrimiento, tanto a nosotros mismos como a la humanidad.
Campo de acción de la economía providencial
¿Qué implica ejercer el libre albedrío de forma que acelere nuestro desenvolvimiento, genere plenitud y bien para todos?
Para generar este proceso positivo contamos con dos bienes:
Estado de conciencia
Recursos (Dentro del contexto de esta enseñanza, recursos son los bienes materiales,
mentales y espirituales de que disponemos para vivir y desenvolvernos)
El estado de conciencia nos proporciona el grado de sabiduría que guía nuestras elecciones, nuestros juicios y nuestras acciones
Los recursos son el capital que poseemos para llevar a cabo lo que nuestro estado de conciencia nos dicta hacer, pensar o sentir.
Este último punto es el campo de la economía providencial.
La economía providencial es, de acuerdo con la enseñanza de Cafh, el uso sabio de los recursos disponibles con el objetivo de llevar a cabo la finalidad última de la vida de acuerdo con la Idea Madre y, por consiguiente, con el Plan de Evolución Universal.
En términos más simples y prácticos, economía providencial es usar los recursos de que disponemos—tanto el caudal personal como el social—para el bien y el adelanto de la vida sobre la Tierra.
Cuando hablamos de recursos incluimos todas sus manifestaciones: bienes de consumo, energía física, energía mental, energía emocional, trabajo, ahorro, recursos biológicos y todo lo que la Tierra nos proporciona.
Los recursos de que disponemos pueden ser puestos al servicio del cumplimiento de la Idea Madre, y también pueden ser desperdigados en objetivos contraproducentes. La economía providencial nos ayuda a inclinar la balanza hacia el lado del cumplimiento de la Idea Madre.
Conceptos básicos
La economía providencial incursiona en tres campos:
El uso de los recursos de que se dispone
La reserva de los recursos, o ahorro
La multiplicación del caudal de recursos
Respecto del uso, podemos hablar de tres campos:
Finalidad que se persigue con el uso de los recursos
Uso eficiente y mínimo para cumplir con el fin propuesto
Relación entre finalidades, bienes empleados y objetivos alcanzados para establecer si se justifica el uso de los recursos en cada caso.
Respecto de la multiplicación, podemos distinguir tres campos:
Uso que contempla la renovación de los bienes empleados
Prácticas que acrecientan el nivel de recursos disponibles
Estudios que evalúan los objetivos que se persiguen
Requerimientos básicos
La economía providencial, para ser puesta en práctica, tiene algunos requerimientos básicos:
El sentido de posesión se atempera con el sentido de participación
El sentido del derecho a usufructuar recursos se atempera con el sentido de
responsabilidad en el uso de los bienes sociales y personales
El uso y la explotación de los bienes que pertenecen a la Tierra han de contemplar las necesidades sociales de uso y conservación de esos bienes.
Los bienes personales son propios, dentro del marco de referencia del bien común
Alcances del concepto providencial y del concepto bienes
Providencial quiere decir: disposición anticipada o prevención que mira hacia o conduce al logro de un fin.
Es muy importante dejar bien claro hacia dónde apunta el fin que perseguimos cuando hablamos de economía providencial. Para que la economía providencial sea tal, su fin es el bien y el desenvolvimiento de todos los seres humanos.
Los bienes indispensables para todos son:
Bienes materiales básicos: comida, agua potable, alimentos, aire limpio, energía, lugar donde vivir
Bienes sociales: educación, salubridad, recreación, relaciones sociales, trabajo
Bienes espirituales: libertad de pensamiento y libertad de culto; acceso a doctrinas,
enseñanzas, métodos de vida, ceremoniales
Bienes a futuro: ahorro, previsión, planeamiento, presupuestos adecuados a las situaciones cambiantes
Aplicación de la economía providencial
La aplicación de los principios de la economía providencial es responsabilidad de cada uno de nosotros, los seres humanos. Cualquier plan que queramos implementar, ha de partir de educación y de la toma de conciencia de las personas individuales.
Nuestro punto de vista espiritual descarta los movimientos de fuerza que imponen programas, ideologías o sistemas económicos ideados con el afán de dominar a personas, grupos o países.
Como miembros de Cafh, proponemos la educación que promueva el adelanto espiritual, la participación y el respeto por el prójimo como agentes de cambios pacíficos y productivos que nos señalen las formas más adecuadas y productivas de usar los recursos de que disponemos.
La economía providencial incluye pero ampliamente excede el tema del manejo de los recursos materiales. La economía providencial es, como dijimos más arriba, una forma sabia y participativa de administrar los recursos materiales, mentales y espirituales para ponerlos al servicio del cumplimiento de la Idea Madre.
Para reflexionar sobre la aplicación de la economía providencial en la vida diaria, podemos apoyarnos en este concepto: “Ocupar un lugar en el mundo y no dos.” Quizá podamos argüir que no sabemos cuánto es “un lugar”. Aunque no tengamos respuestas irrebatibles a este interrogante, podemos analizar el tema ubicando nuestras necesidades dentro de las necesidades que los demás seres humanos también tienen de encontrar un lugar en el mundo. El sentido de participación que estas reflexiones pueden despertar en nosotros seguramente nos ayudará a encontrar un lugar, y no dos, en la sociedad en que vivimos.
Al ser un tema tan amplio, nos remitimos a nuestro método de vida para encontrar una guía en el uso de los recursos. La meditación, el examen retrospectivo, la frugalidad, el autodominio, la templanza, la enseñanza de participación y amor, las experiencias en los retiros, son algunos aspectos de la educación que Cafh nos brinda respecto de cómo aplicar la economía providencial.
Sin embargo, quisiéramos incluir en esta enseñanza un artículo sobre el ahorro por considerarlo interesante para reflexionar sobre los mecanismos prácticos que entran en juego en la consecución de planes tan cosmogónicos como Plan de Evolución Universal.
Si bien el Plan de Evolución Universal tiene dimensiones difíciles de comprender, en realidad la parte de ejecución que nos corresponde a los seres humanos se cumple a través de una infinidad de pasos simples y concretos que damos cada uno de los seres que habitamos el planeta Tierra. Tomemos como ejemplo el descubrimiento del ahorro como herramienta de la economía individual y social. Este concepto y su aplicación significaron un paso trascendental en la historia del desenvolvimiento humano.
“Cuando los antiguos pueblos recolectores descubrieron el beneficio de la agricultura, incorporaron a su saber el concepto que siglos después la teoríaeconómica elaboraría sobre el ahorro. La reserva de una pequeña cantidad de semilla,tenía la capacidad de transformarse en la cosecha del año siguiente. En otras palabras,se obtendría un beneficio adicional sacrificando una parte del consumo presente.
Hoy, asociaríamos esa reserva con el concepto de inversión.
“Ahora bien, no había manera de garantizar el resultado de la cosecha posterior. La
falta de lluvias, o un granizo inesperado, podían malograrla y significar un retroceso
a la fase recolectora. Por lo tanto, se pensó que también sería procedente reservar
sistemáticamente una parte del producto previo, para hacer frente a las necesidades
causadas por imprevistos.
“Al comprenderlo, estos pueblos incorporaron lo que suele utilizarse como
fundamento primero del ahorro en la literatura económica.”6
6 Aníbal Virgili: Concepto, motivaciones y determinantes teóricos del ahorro









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